Tras cuatro años de negociaciones por fin hay un acuerdo que está repleto de medidas con el objetivo de asegurar la estabilidad del sistema de pensiones, un sistema que llevara arrastrando un déficit que este año alcanzará los 45.000 millones.
Gracias a este acuerdo alcanzado este martes España entra en el proceso de modernización que tanto necesita el sistema de pensiones y que seguirá las recomendaciones propuestas.
Eso sí no, no se llevará a cabo una transformación radical del sistema que pueda romper los principios de solidaridad internacional o intergeneracional, suficiencia y equidad.
¿Cómo afectará a los futuros pensionistas?
El primer cambio y destacado sin duda es que el IPC se tomará como índice de revalorización de las pensiones, una demanda pedida por el vicepresidente de España, Pablo Iglesias que siempre criticó que el Partido Popular en el año 2013 estableciera como índice de revalorización de las pensiones la situación financiera del sistema, dejando a un lado el coste de la vida.
Se mantendrá el período mínimo de cotización necesario para acceder a la pensión contributiva en 15 años, aunque se evaluará el impacto de la ampliación de 15 a 25 años para el cálculo de la base reguladora.
Teniendo en cuenta la crisis económica de 2008, cuando explotó la burbuja inmobiliaria y sobre todo la que vendrá con la pandemia del coronavirus, se permitirá a los trabajadores elegir los mejores años para calcular la pensión, y así evitar que se tomen aquellos años en los que la remuneración era baja.
La edad para jubilarse también sufrirá cambios, pues se intentará tanto como sea posible que la edad de jubilación efectiva a la edad legal. Este era un punto clave para solventar el déficit que arrastra la Seguridad Social en el pago de pensiones como ya comunicó el Banco de España en su informe, en el que señalaban que los pensionistas reciben más de lo que han aportado a la Seguridad Social.
Por tanto se fomentará con incentivos la permanencia de trabajadores en activo con mejores incentivos y favorecer la prolongación voluntaria más allá de la edad legal. En el caso de las penalizaciones por jubilación anticipadas estas se endurecerán, aunque se llevará un análisis poder detectar excepciones que estarían exentas de cualquier penalización.
También se luchará contra la brecha de género en las pensiones, debido a que la media de las pensiones de las mujeres es muy inferior a la de los hombres, por lo que se buscará garantizar la igualdad en el acceso al empleo, las condiciones de trabajo.
Para luchar contra la brecha de género en las pensiones, por la que la media de las pensiones de las mujeres es muy inferior a la de los hombres, se deberá garantizar la igualdad en el acceso al empleo, las condiciones de trabajo y la corresponsabilidad en los cuidados, particularmente en los permisos. Se revisarán las situaciones en las que se producen lagunas de cotización involuntarias y tratamientos discriminatorios en las pensiones de personas trabajadoras a tiempo parcial.
Se apuesta por incentivar los planes de pensiones de empresas en detrimento de los planes de pensiones individuales, trasladando los beneficios fiscales de los que disfrutan actualmente los planes de ahorros privados individuales hacia los planes de pensiones previstos por las empresas para los trabajadores
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