El Gobierno ha aprobado este martes en su Consejo de Ministros un nuevo Real Decreto en el que se encuentra la reforma del Ingreso Mínimo Vital, flexibilizando sus requisitos para favorecer el acceso a las personas vulnerables.
No ha funcionado como se esperaba.
La realidad es que el Ingreso Mínimo no ha funcionado como el Gobierno esperaba, a pesar de que el ministro de Inclusión, Jose Lúis Escrivá ha asegurado a los medios que a finales de 2020 unas 850.000 familias se beneficiarían de esta ayuda, lo cierto es que apenas unas 160.000 familias lo está cobrando.
Y el problema más grave es que casi la mitad de las solicitudes presentadas fueron rechazadas y una gran parte era porque superaban los límites de renta y patrimonio.
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¿Qué requisitos se modifican?
En primer lugar se flexibiliza el concepto de unidad de convivencia, permitiendo el acceso a la prestación a personas que residen en hogares colectivos, como albergues o casas de acogida.
También se regulan las situaciones de convivencia transitoria, por lo que en el caso de un divorcio o un desahucio que obligue a los solicitantes a convivir con familiares en un hogar mayor, podrán tener acceso a la prestación.
De esta manera, de forma transitoria se considera una unidad de convivencia independiente a los beneficiarios en casos de violencia de género, divorcio o separación y desahucio o inhabitabilidad, en los dos últimos casos con límite temporal.
Otra modificación que se ha llevado a cabo afecta a situaciones excepcionales, como las personas sin hogar, cuyo domicilio real sea distinto al de empadronamiento o viviendas en las que conviven distintas unidades familiares, estas circunstancias deberán ser acreditadas por los servicios sociales y las entidades colaboradores durante cinco años.
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Fuente: La Moncloa