Llegado el mes de julio muchas empresas aplican lo que se conoce como jornada intensiva o reducción de jornada durante los meses de verano. No todos los trabajadores tienen derecho a la jornada intensiva en verano, pues el artículo del Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 34, el que regula la jornada de trabajo, no la menciona.
¿Cómo es la jornada intensiva de verano?
La ‘jornada intensiva’ o jornada continua no es más que realizar la jornada laboral sin una pausa, es decir, hacer la jornada de trabajo del tirón. Únicamente se realizará la pausa para el bocadillo o el café que tiene una duración minina de 15 minutos en el caso de trabajar más de 6 horas.
Así, la jornada intensiva, es todo lo contrario a la jornada partida. Si un trabajador tiene una jornada de 8 horas diarias, estas las puede hacer de varias maneras:
- En jornada partida: trabajando de 10:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, con sus dos horas de «descanso» para comer.
- Trabajar en jornada intensiva o continua: de 7:30 horas a 15:30 horas, con un breve descanso de 15 minutos.
También puede establecerse, en lugar de la jornada intensiva, lo que se conoce como jornada especial de verano u horario de verano, que es una reducción de la jornada laboral durante estos meses.
¿Cómo saber si tengo derecho a la jornada intensiva o jornada especial de verano?
Son los convenios colectivos quienes regulan esta materia, concretando los meses de aplicación y sus particularidades. De modo que hay trabajadores que disfrutan desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre de esta reducción de jornada. Por ello, es importante conocer cuál es el convenio colectivo.
Por ejemplo, el convenio colectivo de despachos y oficinas de la provincia de Cádiz, establece en su artículo 20 que durante los meses de verano y durante las fiestas oficiales de las localidades que duran una semana o más, la jornada laboral será de 35 de horas semanales distribuidas de lunes a viernes. Esta reducción también se aplica a los trabajadores con contrato a tiempo parcial con una reducción en proporción a su jornada.
No obstante, en caso de que no haya convenio que lo regule, la organización de la empresa será la que voluntariamente decida la existencia o no de jornada reducida en los meses de verano.
Afecta la jornada intensiva al salario
Como durante estos meses muchos trabajadores ven reducida su jornada, es lógico pensar que su salario también se verá reducido. Pero todo lo contrario, el trabajador cobrará su nómina íntegra.
Ventajas de la jornada intensiva
La jornada intensiva puede tener varias ventajas para el trabajador y la propia empresa:
- Mejorar la conciliación laboral y personal: Al reducir la duración de la jornada laboral, se tiene más tiempo para el ocio, la familia, la casa, descansar, etc. Dado que esta se realiza en verano, se puede hablar de unas mini vacaciones con las que disfrutar del buen tiempo.
- A consecuencia de lo anterior, se reduce el estrés y fatiga del trabajador: tener más tiempo libre y sobre todo trabajar menos horas en épocas de alta temperatura, puede reducir los niveles de estrés y fatiga con una jornada laboral prolongada.
- Ahorro de costes para el trabajador: en el caso de trabajadores que para realizar sus 8 horas deben comer fuera de casa, durante este periodo podrán ahorrarse ese gasto. Igualmente, quienes se llevan su comida al trabajo, podrán disfrutar de ella en la comodidad de su hogar.
- Aumentar la productividad: siempre se dice que un trabajador contento trabaja mejor y permitir a un trabajador tener más tiempo libre en verano, puede hacer que aunque la jornada sea inferior, esta sea más productiva. Algo que, por ejemplo, ha demostrado las pruebas realizadas para implantar una jornada laboral de 32 horas a la semana.