Los últimos datos sobre el número de trabajadores afectados por ERTE hacen plantearse esta opción.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá comunico la semana pasada el aumento de trabajadores afectados por un Expediente Regulador Temporal de Empleo (ERTE) como consecuencia de las medidas restrictivas en muchos territorios del país tras el aumento de contagios de coronavirus.
2021 ha comenzado como terminó 2020, es decir, con la economía sin terminar de arrancar para poder iniciar su recuperación y con la destrucción de puestos de trabajo, dejando a casi 4 millones de españoles en situación de desempleo.
Durante unos meses los ERTE se mantuvieron en una cifra estable sobre los 700.000 afectados, pero durante las primeras semanas de febrero las empresas solicitaron más de 140.000 Expedientes, dejando el número de trabajadores en ERTE cerca de los 900.000.
Evitar que los ERTE se conviertan en ERE.
Uno de los objetivos marcados por el Gobierno es evitar que tras el fin del estado de alarma y la pandemia las empresas conviertan los ERTE en ERE y miles de trabajadores pierdan sus puestos de trabajo y por consiguiente alarguen las colas del paro.
Algo que parece muy probable que suceda, según el estudio del Consejo General de Graduados Sociales de España, en el que prevé que apenas un 80% de los trabajadores afectados por un ERTE mantendrán sus puestos de trabajo tras el fin de la pandemia.
Ante esta situación, tanto el Consejo General de Graduados Sociales, como los empresarios, más concretamente los del sector de la Hostelería y Turístico, piden al Gobierno que se extiendan los ERTE más allá del 31 de mayo para evitar una oleada de despidos.
El ministro Escrivá ha manifestado que la intención del Gobierno es crear un nuevo modelo de ERTE pospandemia que pueda servir de apoyo a estas empresas para evitar el despido y fomente la recalificación y formación de los trabajadores.
