Los sindicatos y la patronal se encuentran negociando el nuevo convenio de grandes almacenes, el cual termina su vigencia el próximo 31 de diciembre. Aunque tal y como indica el artículo 86.2 del Estatuto de los trabajadores: «salvo pacto en contrario, los convenios colectivos se prorrogarán de año en año si no mediara denuncia expresa de las partes».
Actualmente, el salario base de un trabajador de supermercado es de casi unos 15.000 euros brutos al año. Desde CCOO reclama una subida salarial generalizada en el sector con el objetivo de alcanzar un sueldo de 18.000 euros.
De tal forma se pueda garantizar la recuperación del poder adquisitivo perdido entre 2021 y 2022 por la subida dela inflación de estos trabajadores que fueron una pieza fundamental durante la pandemia.
Un salario acorde a la situación económica
El secretario general de la federación de Servicios de Comisiones Obreras ha asegurado en rueda de prensa que el sector se puede permitir incrementos del salario mínimo.
Por tanto, reivindicara en las negociaciones colectivas incrementos salariales de entre el 16% y el 20% hasta 2025, siendo el objetivo que en 2024 el salario base de referencia sean los 18.000 euros anuales.
Como ejemplo, ha puesto a los supermercados Mercadona y Lidl, ambos con sus propios convenios que contemplan mejoras ligadas a la subida del IPC.
Es más, ha destacado a Grupo Día, con quienes se ha alcanzado un acuerdo para subir entre un 8% y un 12% los salarios, a pesar de que la compañía sigue en pérdidas.
Además del sueldo, quieren incrementar las horas de los contratos
Además de acometer una subida del salario, también quieren que se aseguren un mínimo de horas de contratación. Una de las principales lacras del sector es la parcialidad, ya que según los datos del propio sindicato existen un 25% de contrato a tiempo parcial, de los cuales un 43% no son voluntarios.
Existe un alto volumen de contrato con 10 o 15 horas semanales, por lo que piden que se establezca un mínimo de 28 horas, lo que equivale al 70% de la jornada.
Igualmente, apuntan a que hay que apostar por el empleo indefinido y que el objetivo debe ser que el 90% de las plantillas tengan este tipo de contratos, así como mejorar la conciliación, aunque este sigue siendo un tema complicado para este sector, debido a los horarios de apertura y a que la mayoría de los trabajadores libran un día a la semana.
Por este motivo, CCOO reclama también los dos días de descanso y 12 fines de semana de calidad al año con el objetivo de poder conciliar con la familia. La regulación de los domingos y festivos es otro tema conflictivo para la conciliación, así piden a la administración que regule el máximo de domingos y festivos de trabajo, así como las zonas de afluencia turística, que se están convirtiendo en la «puerta de atrás» para la desregularización del sector.
