El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha solicitado al Gobierno de España incrementar la pensión no contributiva mínima a 825 euros mensuales.
En 2024, la pensión mínima para una persona que no reúne los requisitos de cotización para poder cobrar una pensión de jubilación contributiva, está fijada en 7.250,60 euros anuales, o lo que es lo mismo, 517,90 euros al mes. De modo que la propuesta es que esta se eleve hasta los 11.552,80 euros.
Pero no es la única propuesta que desde CERMI reclaman a la Seguridad Social, también modificar el cálculo de renta para que se base en la capacidad económica individual y mejorar la compatibilidad de estas pensiones con el empleo remunerado para personas con discapacidad.
Discrepancia entre pensiones contributivas y no contributivas
CERMI destaca la creciente diferencia entre las pensiones contributivas y no contributivas, lo que incrementa la vulnerabilidad de los beneficiarios de estas últimas. Solicitan una equiparación de las cuantías para garantizar que todos los pensionistas puedan cubrir sus necesidades básicas con dignidad.
Propuesta para un nuevo método de cálculo
Actualmente, el acceso a las pensiones no contributivas se determina según la renta familiar, lo que puede perjudicar a muchos solicitantes. CERMI propone que el cálculo se base únicamente en la renta individual.
Flexibilidad para trabajar sin perder la pensión
Otra de las demandas del CERMI es mejorar la compatibilidad entre la percepción de la pensión no contributiva y el empleo. Las restricciones actuales dificultan la integración laboral de personas con discapacidad, por lo que piden normativas más flexibles que fomenten su autonomía y bienestar económico.
Con estas propuestas, CERMI busca una reforma del sistema de Seguridad Social que atienda mejor las necesidades de los colectivos más vulnerables en España.
Las pensiones no contributivas subirán en 2025
Independientemente de estas demandas del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, el Gobierno de España tiene previsto que las cuantías de las pensiones no contributivas vuelva a subir a partir de enero de 2025.
El objetivo del actual Gobierno es que el importe de estas pensiones alcance el 75% del umbral de pobreza para una sola persona en el año 2027.
Salvo un cambio de última hora, la pensión contributiva en España podría situarse en los 7.600 euros al año en 2025, unos 542,85 euros al mes. Lo que supone un aumento de 350 euros anuales al año con respecto a las cuantías de 2024.