Gary Rooney, exdirector de gestión de compras y pagos en Twitter (ahora X), ha ganado su batalla laboral contra la compañía por su despido y ahora la compañía dirigida por Elon Musk deberá pagarle 555.000 euros (470.000 libras).
Todo comenzó con la compra de la red social por parte de Elon Musk en noviembre de 2022, el empresario llegó con las ideas claras y con un planteamiento radical en la forma de gestionar la red social. No solo cambió el nombre a la red social que ahora se denomina “X”, también quería cambiar la forma de trabajo dentro de la misma para obtener mejores resultados. Uno de los principales cambios y que más llamaron la atención fue la implantación de las membresías de pago, con las que evitar por ejemplo la publicidad y con la que los usuarios también ganarían mayor visibilidad dentro de la red social.
Pero el nuevo dueño también implementó una política de trabajo más severa, exigiendo largas jornadas laborales y un rendimiento mayor a sus empleados.
Las nuevas condiciones laborales fueron enviadas a todos los trabajadores a través de un correo electrónico, dándoles un plazo de 24 horas para confirmar su disposición a trabajar bajos las nuevas reglas. En caso de no aceptar estas nuevas condiciones o bien no responder, sería tomado por la compañía como una renuncia a su puesto de trabajo, compensándoles con una indemnización equivalente a tres meses de salario.
Esto provocó que centenares de empleados dimitieran de forma masiva tras el ultimátum de Elon Musk.
Tal y como ha informado el medio “The Guardian”, en el caso de Gary Rooney, éste no contestó al correo creyendo que podría tratarse de un ataque de malware.
La no respuesta fue tomada como una baja voluntaria
Tres días después de recibir el email y sin recibir respuesta, Twitter entendió que su director de gestión de compras y pagos había renunciado, por lo que procedió a darle la baja en la compañía y al pago de los tres meses de salario, como así lo indicaban en el email.
Rooney, quien había trabajado en Twitter desde 2013, llevó el caso a la Comisión de Relaciones Laborales de Irlanda, argumentando que nunca tuvo intención de renunciar.
Fallo a favor de Rooney
La Comisión falló a favor de Rooney, considerando que el plazo de 24 horas no era un «aviso razonable» y que la falta de respuesta no podía ser interpretada como una renuncia voluntaria. Por tanto, Twitter ha sido obligado a compensar al exempleado con 555.000 euros
¿Sería aplicable en España?
En España, para que la baja sea de voluntaria por parte del trabajador, este debe manifestar claramente su intención por medio de una carta de baja voluntaria. Igualmente, en España, esta decisión debe ser tomada libremente por el trabajador sin que haya ningún tipo de intimidación por parte de la empresa. Un claro ejemplo es la sentencia que declaraba el despido nulo de una trabajadora embarazada que fue intimidada para que firmara una baja voluntaria.
Del mismo modo, en España, cuando hay una sucesión de empresas, esta debe respetar las condiciones laborales de los trabajadores. Si no lo hace, los trabajadores tienen el derecho de impugnar los nuevos cambios implantados y la empresa debería justificar la razón. Si la justicia declara que esos cambios no se justifican, no serán válidos y se deberá respetar las condiciones laborales de los trabajadores.
En cambio, si la empresa pudiera justificar razonadamente porqué cambia las condiciones de los trabajadores, entonces los trabajadores sí tendría su derecho a renunciar a su puesto de trabajo voluntariamente, pero con una diferencia respecto a la baja voluntaria, habría derecho a indemnización y también a cobrar prestación por desempleo, ya que aunque es el trabajador el que decide poner fin a la relación laboral, todo se debe a un cambio en las condiciones laborales.