El Congreso de los Diputados ha convalidado el Real Decreto-ley 11/2024, el cual introduce importantes cambios en el sistema de jubilación en España. Concretamente, para aquellos trabajadores que decidan prolongar más su carrera laboral. El objetivo de esta normativa es fomentar una transición más progresiva y flexible hacia la jubilación, mejorando la compatibilidad entre el trabajo y la pensión, así como adaptándose a las necesidades individuales de los trabajadores. De modo que se introducen cambios en la jubilación activa y la jubilación demorada.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, destacó que esta reforma es clave para abordar los retos del mercado laboral y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. «El objetivo es ofrecer más opciones a los trabajadores para que puedan decidir cuándo y cómo retirarse, en línea con las prácticas de otros países europeos», afirmó.
👉Hoy damos un paso adelante hacia un sistema de pensiones moderno, justo y adaptado a los tiempos actuales.
✅El Congreso ha dado luz verde a la reforma de pensiones acordada con los agentes sociales y que flexibiliza el tránsito a la jubilación pic.twitter.com/wXEt7vp7DS
— Elma Saiz (@SaizElma) January 22, 2025
Incentivos para la jubilación demorada
Una de las novedades más destacadas es la mejora de los incentivos para quienes retrasen su jubilación más allá de la edad legal. Ahora, se ofrece a los trabajadores un incentivo adicional cada seis meses de demora a partir del segundo año de haber cumplido la edad legal, en lugar de esperar un año completo.
Por ejemplo, un trabajador que pueda jubilarse a los 66 años y decida continuar trabajando hasta los 68 años y 7 meses, verá un incremento total del 10% en su pensión: un 4% por el primer año de demora, otro 4% por el segundo y un 2% por los siete meses adicionales.
La ministra Saiz subrayó que el número de personas que optan por retrasar su jubilación ha crecido significativamente desde 2019, duplicándose y alcanzando el 10% de las nuevas jubilaciones. «No solo es positivo para el sistema, sino que también aprovecha el talento y la experiencia de los trabajadores sénior», explicó.
Cambios en la jubilación activa
La reforma elimina el requisito de tener una carrera completa de cotización para acceder a la jubilación activa, permitiendo a personas con trayectorias laborales más cortas, como mujeres que han interrumpido su carrera para cuidar de familiares, compatibilizar su pensión con un empleo.
Además, se introduce la posibilidad de combinar la jubilación activa con los incentivos de demora. Por ejemplo, una persona que acceda a la jubilación activa y continúe trabajando verá cómo su pensión aumenta un 5% adicional por cada año de actividad profesional, pudiendo llegar al 100% de la prestación tras cinco años de trabajo.
Saiz aclaró que esta modalidad es completamente voluntaria y tiene como objetivo ofrecer alternativas flexibles para quienes deseen seguir activos profesionalmente.
Jubilación parcial: mayor flexibilidad
La reforma también modifica las condiciones de la jubilación parcial, permitiendo una mayor reducción de jornada y ampliando las opciones para acceder antes de la edad legal. Ahora, los trabajadores podrán reducir su jornada hasta en un 75%, en lugar del 50% establecido anteriormente.
Asimismo, se podrá acceder a la jubilación parcial hasta tres años antes de la edad ordinaria, con una reducción inicial de jornada del 20 al 33% durante el primer año. Esto fomenta el relevo generacional y la transmisión de conocimientos entre empleados.
En el caso de la industria manufacturera, se prorroga hasta 2029 la regulación especial que facilita la jubilación parcial, incluyendo mejoras para el trabajador relevista y ajustes en la organización de las empresas.