Cuando un trabajador reclama un despido, la carga de la prueba recae sobre la propia empresa. Es decir, debe aportar las pruebas que justifiquen los motivos que en la carta de despido ha indicado y que ha entregado al trabajador.
No obstante, aunque la carga de la prueba recae sobre la empresa, toda prueba que se tenga para demostrar que eso no es así, es buena tenerla, más incluso si hay testigos que son trabajadores de la propia empresa.
Llevar falsos testigos se da sobre todo en despidos disciplinarios, pues la empresa llama a sus trabajadores como para que den testimonio y acrediten las causas por las que ha sido despedido el trabajador.
Estos trabajadores suelen ser coaccionados, digamos de forma indirecta con poder perder su puesto si no lo hacen, el miedo que todo empleado tiene si no cumple con las órdenes de su jefe por muy disparadas que sean.
Esto puede pasar, por eso muchos abogados, siempre buscan pruebas que desacrediten lo que la misma carta indica, por si se aportan testigos que mientan o bien pruebas falsas.
Consecuencias de dar falso testimonio en un juicio
Antes de declarar, el juez toma juramento o promesa de decir la verdad a los testigos, advirtiéndoles de las penas establecidas para el delito de falso testimonio. Esto en ocasiones hace que el trabajador que ha sido llamado para mentir, se lo piense y termine diciendo la verdad, o bien no de respuestas claras como; ‘no sé’, ‘no creo’, etc. que no son concluyentes a modo de no ser acusado de perjurio.
Pero hay otros que deciden seguir para delante, pensando que no los van a pillar. Claramente, luego, cuando son pillados, llega el arrepentimiento.
Aquí es donde entraría en juego las pruebas que puedas tener (los audios son los mejores aliados en estos casos) y que desacrediten el testimonio del testigo. Aunque a veces ellos mismo se van contradiciendo (dependerá de la habilidad del abogado en preguntarle para cogerle la mentira)
Si finalmente se demuestra que ha prestado falso testimonio o perjurio, estas son las consecuencias.
El Código Penal considera el falso testimonio como un delito, castigado con pena de prisión de 6 meses a 2 años y multa de 3 a 6 meses. (Art. 458 del Código Penal).
