La nueva ley 7/2023, de 28 de marzo, es una ley para mejorar las condiciones en el cuidado de las mascotas y sobre todo evitar el maltrato y el abandono.
Así, la ley denomina a los animales como «seres sintientes» y, por tanto, estos animales tienen derecho al buen trato, respeto y protección. Aunque de esta ley quedan excluidos, por ejemplo, los animales en materia de espectáculos taurinos.
Los animales de compañía son uno más de la familia, y en muchas ocasiones cuando nuestra mascota se pone enferma y tenemos que acudir al trabajo, hay que dejarlo con algún familiar o conocido, sobre todo si hay que suministrarle medicamentos.
Con la nueva ley de bienestar animal, muchos han llegado a la conclusión de que podrían pedir un permiso en el trabajo para poder cuidar de su mascota en caso de que fuese necesario.
¿Existe un permiso para el cuidado de mascotas?
La respuesta es que no, con la probación de la nueva ley para proteger a los animales, no se ha tocado el Estatuto de los Trabajadores, que es la ley que rige tanto los derechos como las obligaciones.
De modo que si decides faltar a tu trabajo para cuidar de tu mascota, puedes ser sancionado o incluso despedido. Aunque para esto último tendría que ser por acumular varias faltas, pues faltar solo un día al trabajo, no tendría la suficiente gravedad para justificar un despido (probablemente un juez lo declararía improcedente).
No obstante, conviene revisar que dice el convenio colectivo de la empresa, pues este siempre puede mejorar las condiciones de los trabajadores (nunca empeorarlas) y podría ser que recojan permisos para llevar al veterinario a la mascota. O bien, que tengas derecho a días de asuntos propios, lo cual los podrías utilizar.
Igualmente, siempre queda la opción de hablar con la empresa y que esta pueda dar el consentimiento para que faltes al trabajo, pero siempre que te lo dé por escrito y evitar futuros problemas.
En resumen, no hay ningún permiso por ley, ya sea retribuido o no para que puedas ausentarte de tu trabajo para cuidar de tu mascota o llevarlo al veterinario.