Si llevas mucho tiempo trabajando para la empresa, seguramente hayas vivido más de una renovación de equipos, nuevas máquinas de trabajo, nuevo software, etc. El objetivo de las empresas es el mismo, mejorar la producción.
Sin embargo, este cambio por parte de la empresa, suele ser bastante impopular entre los empleados, sobre todo porque la transición del sistema antiguo al nuevo va a afectar a su forma de trabajar y que va a exigir un proceso de aprendizaje y de adaptación.
Ahora bien, la pregunta es, ¿Esta formación quién debe asumirla? Muchos trabajadores, por no decir la mayoría, temen que este nuevo cambio afecte a su forma de trabajo y buscan externamente formación para evitar que la empresa los pueda despedir.
Hoy en día hay mucho material educativo en internet, en su mayoría gratuito, pero a veces para una formación específica es necesario pasar por caja.
¿Debe la empresa dar formación al trabajador?
El artículo 19 del Estatuto de los trabajadores, en su punto 4 indica lo siguiente: El empresario está obligado a garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de esta, como cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo. El trabajador está obligado a seguir la formación y a realizar las prácticas. Todo ello en los términos señalados en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y en sus normas de desarrollo, en cuanto les sean de aplicación.
De modo que la empresa debe ofrecer y está obligada a dar formación a un trabajador para que este puede desempeñar correctamente sus funciones. Es más, el artículo 23, d), indica que la formación correrá a cargo de la empresa, sin perjuicio de la posibilidad de obtener a tal efecto los créditos destinados a la formación.
¿El tiempo del curso cuenta como horas de trabajo?
El mismo Estatuto de los Trabajadores indica que el tiempo destinado a la formación se considerará como tiempo de trabajo efectivo. Por tanto, este debería realizarse en horario laboral, sin que ello conlleve una reducción de salario.
No obstante, es posible que estas se realice fuera del horario laboral, incluso que no se haga en el centro de trabajo. Si el curso se realiza fuera del centro de trabajo, la empresa deberá asumir los costes de desplazamiento del trabajador. Así como compensar el tiempo de desplazamiento y las horas en las que el trabajador haya excedido su jornada.