El caos formado por los ERTEs parece un cuento de nunca acabar, los trabajadores del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y en especial los trabajadores afectados están viviendo un infierno.
Desde que se decretó el estado de alarma en España por la pandemia del coronavirus, las empresas se acogieron a los ERTEs que el Gobierno puso en marcha para mantener el tejido empresarial y evitar la perdida de puestos de trabajo, una avalancha de tramitaciones que colapso a los trabajadores del SEPE que tuvieron que realizar horas extras para gestionar miles de expedientes durante ese período crítico.
A pesar de que ya han pasado 3 meses, las oficinas siguen siendo un caos, con Expedientes de Regulación de Empleo que no han sido pagados o que están en revisión porque la documentación presentada era errónea.
Las palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz asegurando que ya se había pagado todos los ERTEs aprobados hasta el 30 de junio, tampoco ayudo a calmar la tormenta, pues inmediatamente estas afirmaciones fueron desmentidas por los propios trabajadores del SEPE.
El coste que suponen los ERTEs al Gobierno complica su prórroga hasta finales de año
Los trabajadores del SEPE no solo tienen que gestionar las prestaciones por ERTE, también tienen que tramitar las demás prestaciones, subsidios y ayudas. Con toda esta carga de trabajo y la falta de personal, algo que desde el sindicato ya han denunciado públicamente, ahora Hacienda ha decidido no pagar las horas extra a partir del mes de junio, y eso que todavía los trabajadores no saben como recibirán y cuando las horas extras que ya realizaron durante el estado de alarma.
Un esfuerzo brutal por parte de los trabajadores que no se ha visto recompensando ni reconocido por el Gobierno, han visto la otra cara de los aplausos, amenazas y acoso en las oficinas, cuando el problema viene de más arriba al implantar los medios necesarios para poder llevar a cabo toda esta carga extra de trabajo.
