El SEPE deberá afrontar la temporada de verano con una reducción de la plantilla de hasta el 30%.
Los problemas para el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no cesan desde que apareció la pandemia. El desborde en el mes de marzo de 2020 cuando la avalancha de ERTE dejó en evidencia la falta de medios tanto de personal como de medios informáticos. A esto se le une el ciberataque sufrido en 2021, del cual aún no se ha recuperado y el Ministerio de Trabajo ha tenido que contratar empresas externas para ponerle solución.
Lo más reciente, la decisión del Gobierno de no renovar a los 1.135 interinos, 500 que fueron contratados como refuerzo por el coronavirus y otros 635 adscritos a la oferta del Plan de Estabilización de Empleo Temporal (PEET). Estos últimos cesarán en sus funciones al menos durante un mes hasta que vuelvan a incorporarse al organismo para cumplir con la normativa laboral, ras la publicación en el BOE de la convocatoria oficial de sus plazas.
El nuevo problema al que debe enfrentarse el SEPE.
Con el nuevo recorte de efectivos en su plantilla, el SEPE deberá afrontar las vacaciones sin la contratación de refuerzos para suplir estas vacaciones.
Según las fuentes internas del propio SEPE, al menos el 30% de la plantilla que ha quedado del SEPE inician sus vacaciones durante el mes de julio, para completar entre agosto y septiembre el otro 70%.
Retraso en el pago de prestaciones.
Los propios trabajadores del SEPE dudan de que puedan mantenerse las fechas y plazos de muchos trámites, afectando seriamente al pago de las prestaciones, tanto de desempleo, subsidios o por ERTE.
Una situación que puede empeorar si finalmente no llega ningún funcionario interino denominado «de cupo» que vengan a cubrir las vacaciones y a solventar parte de las habituales cargas de trabajo que arrastra el SEPE desde la pandemia.
La Dirección General de Función Pública a instancias de la Dirección General de Costes de Personal de Hacienda, ha denegado la contratación de este personal como refuerzo.
Cierre de oficinas.
La reducción de plantilla podría acarrear incuso el cierre de una de cada cuatro oficinas de empleo en España. Ya que muchas de estas quedarán desprovistas de efectivos.
En total se verían comprometidas 158 oficinas de toda la red de oficinas, es decir el 23%.
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