Los últimos datos del paro correspondientes al mes de febrero de 2024 reflejaron una bajada en el número de desempleados; sin embargo, también ha sido testigo de un fenómeno notable, la duración de los contratos ha alcanzado mínimo históricos. De acuerdo con datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el 20% de los contratos firmados no superan los 7 días. Esta realidad plantea dudas sobre la estabilidad y la calidad del empleo en nuestro país objetivo marcado por el Ministerio de Trabajo dirigido por Yolanda Díaz con su reforma laboral en 2022.
Es cierto que la reforma laboral ha impactado en el mercado laboral actual, sobre todo con la penalización adicional a los contratos temporal de menos de 30 días y la eliminación de los contratos por obra y servicio, a favor de los contratos indefinidos. Sin embargo, los datos muestran que esta medida no ha sido suficiente para contrarrestar la tendencia hacia la precariedad laboral.
La duración de los contratos: una brevedad alarmante
Resulta preocupante constatar que tres de cada diez contratos suscritos en febrero apenas alcanzaron un mes de duración. La duración media de los contratos, situada en 48,49 días, representa un mínimo histórico en casi dos décadas. Esto resulta sorprendente, especialmente considerando las penalizaciones introducidas por la reforma laboral para desincentivar los contratos de corta duración.
Pero más allá de la contratación temporal, también resulta preocupante la salida que han encontrado muchas empresas para evitar estas sanciones a través de un contrato indefinido para convertirlos en falsos contratos temporales realizando despidos por no superar el periodo de prueba. Es importante mencionar que despedir a un trabajador por no superar el periodo de prueba no conlleva indemnización alguna.
El secretario general del sindicato USO, Joaquín Pérez, en declaraciones a “Onda Cero” comentaba precisamente que la duración de los contratos cae por el coste del despido. De los más de 500.000 contratos indefinidos registrados en febrero, la mitad son a jornada parcial o discontinua y uno de cada cinco contratos firmados duraron menos de una semana.
Aumentan los contratos indefinidos pero no la calidad del empleo
Los datos del paro de febrero reflejan un aumento de los contratos indefinidos, más de medio millón de los que se firmaron fueron de carácter fijo. Sin embargo, como comunicó el sindicado USO, no es tan bueno noticia, pues los datos reflejan un fracaso de la figura del contrato indefinido. De ellos, más de la mitad son a jornada parcial, bien en horas o en días. En concreto, casi el 53 % de todos los contratos indefinidos son parciales: el 25 %, con jornada parcial pura; el 27 %, discontinua.
En cuanto a la duración, además de los que duran menos de una semana, 58.906 (5% del total) han tenido una duración entre 15 días y 30 días y 95.475 (8,4%) entre uno y tres meses