A partir del 1 noviembre de 2024 será cuando entren en vigor los apartados del Real Decreto-ley 2/2024 que implican el cambio en los subsidios por desempleo.
Con la reforma, aumenta la cuantía inicial del subsidio hasta los 570 euros, el equivalente al 95% del IPREM. Además, se reducen los subsidios actuales, pasando de 8 a solo 2, aunque uno de ellos se puede dividir en dos, por lo que podemos hablar de tres subsidios por desempleo. El único subsidio que permanecerá es el subsidio para mayores de 52 años, el cual no verá aumentada su cuantía.
De modo que los subsidios que se podrán solicitar a través del SEPE a partir de esa fecha serán los destinados a desempleados que agoten una prestación contributiva o por no cumplir con el requisito para solicitar el paro tras perder el empleo y el subsidio para mayores de 52 años.
El resto de subsidios como la Renta Activa de Inserción (RAI), Subsidio Extraordinario por desempleo (SED), subsidio para emigrantes españoles retornados, subsidio que reciben las personas liberadas de prisión y el subsidio por mejora de una incapacidad permanente desaparecen.
Cómo afecta a mi subsidio por desempleo la reforma
El Real Decreto-ley 2/2024, de 21 de mayo, establece que a partir del 1 de noviembre de 2024 estos subsidios desaparecen, por lo que no podrán solicitarse en el SEPE.
Pero, ¿cómo afectará a los que ya son beneficiarios de estos subsidios?
Tal y como indica la disposición transitoria tercera, las personas que, a 1 de noviembre de 2024, hubieran solicitado, fueran beneficiarios o tuvieran suspendidos cualquiera de los subsidios por desempleo existentes en el momento de la entrada en vigor de la reforma, seguirán rigiéndose por la normativa anterior.
Es decir, seguirán cobrando el 80% del IPREM hasta que agoten su prestación en las mismas condiciones que antes de la entrada en vigor de la reforma del subsidio.
¿Qué pasa cuando agoten el subsidio con la normativa anterior?
Con la actual normativa aún en vigor, existía la posibilidad que tras agotar un subsidio poder solicitar la ayuda familiar o bien el subsidio extraordinario por desempleo. Pero sobre todo destaca la Renta Activa de Inserción (RAI), una ayuda para desempleados de larga duración y especial dificultad para encontrar empleo y que no tienen derecho a la prestación contributiva ni al subsidio de desempleo.
El propio Real Decreto establece con el fin de garantizar una protección a los desempleados que se encuentren en la situación de extinción del subsidio por agotamiento, renuncia o por superar el límite de ingresos previsto, sin haberse reinsertado en el mercado laboral el SEPE remitirá a la Seguridad Social con el consentimiento de estos desempleados su solicitud para cobrar el Ingreso Mínimo Vital.