El Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, buscará en su reunión de hoy (22 de enero) a las 16:30 horas llegar a un acuerdo definitivo para aprobar el nuevo Salario Mínimo Interprofesional de 2025.
La propuesta que ha puesto sobre la mesa Trabajo es aumentar el SMI actual en 50 euros mensuales, lo que situaría el salario mínimo en 1.184 euros al mes en 14 pagas o lo que es lo mismo, 16.576 € brutos anuales. El objetivo es aprobarlo con carácter retroactivo desde el 1 de enero, como ya se hizo en anteriores ocasiones. Sin embargo, la negociación no está siendo sencilla, ya que a la negativa de los empresarios de subir el SMI, está también el rechazo a esta subida insuficiente por parte de los sindicatos.
Empresarios consideran la subida «inasumible»
Desde 2020, las patronales CEOE y Cepyme no han respaldado las subidas del SMI, considerando que los aumentos representan un esfuerzo excesivo, especialmente para las pequeñas empresas y autónomos. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, se reunirá con su comité para valorar la propuesta del Gobierno, mientras que Cepyme ya ha expresado que un alza de 50 euros incrementaría los costes empresariales mensualmente en más de 80 euros debido a las cotizaciones sociales y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Además, Cepyme estima que, incluyendo los nuevos costes salariales, las empresas podrían afrontar un gasto mensual de entre 1.816 y 1.903 euros por trabajador. Garamendi ha acusado al Ministerio de no considerar el impacto real de estas medidas en los pequeños negocios y ha señalado que son «inviables».
Sindicatos presionan por alcanzar los 1.200 euros
Por otro lado, los sindicatos, liderados por CCOO y UGT, han calificado la subida propuesta como insuficiente. Desde los sindicatos exigen que para cumplir con el 60% del salario medio, según la Carta Social Europea, el SMI debería elevarse a 1.200 euros mensuales. Desde Trabajo han expresado flexibilidad para negociar, aunque insisten en seguir las recomendaciones de los expertos.
Otra cuestión importante para los sindicatos es que por parte del Gobierno se aclare si tras la aprobación del SMI se volverá a aumentar el límite exento de tributación del IRPF fijándolo en el salario mínimo. En alzas anteriores, el salario mínimo estuvo exento de este impuesto, pero el Ministerio de Hacienda no ha definido si mantendrá esta medida. UGT ha sido contundente al afirmar que no apoyará un incremento que no esté exento de tributación, argumentando que se trata de una cuestión de «justicia fiscal».
Habrá que esperar a la tarde de hoy para conocer como evolucionan las negociaciones para subir el salario mínimo en España.“