En los dos últimos años los trabajadores han visto como se han incrementado sus aportaciones a la Seguridad Social. Primero fue con la aparición del Mecanismo de Equidad Intergeneracional o MEI, una cotización extra que en principio iba a ser fija, pero que en 2023 se volvió a cambiar e irá aumentando progresivamente en los próximos años. Actualmente, se sitúa en un 0.7% repartido entre trabajador (0,12%) y empresa (0,585).
Este mismo Real Decreto-ley 2/2023 incluye otra medida para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, con una nueva cotización adicional a partir de 2025, aunque no afectará a todos los trabajadores, solo a los trabajadores con salarios más altos y trabajadores autónomos.
La “cuota de solidaridad”: un nuevo enfoque para asegurar las pensiones
A partir de 2025 se introducirá en la nómina de muchos trabajadores la denominada “cuota de solidaridad”. Este nuevo tipo de cotización afectará a aquellos trabajadores cuyos salarios superen la base máxima de cotización establecida, que recordemos este año se vio aumentada para aumentar los aportes a la Seguridad Social.
Así, tras la nueva subida de la base cotización máxima publicada en el BOE, esta se sitúa en 56.646 (4.720,50 €/mes). De modo que a partir de 2025, todo trabajador que en su nómina tenga una base de cotización a partir de 4.720,50 euros, verá como le aparecerá una cotización adicional de hasta el 1%.
Al igual que sucede con el MEI, este porcentaje se irá incrementando gradualmente, hasta alcanzar aproximadamente un 6% en el año 2045.
Para ser exactos, el porcentaje de cotización variará según el tramo salarial en el que se encuentre el trabajador. Por ejemplo, para salarios que estén hasta un 10% por encima de la base máxima, el tipo será del 0,92% en 2025, aumentando hasta el 5,5% en 2045. Para salarios entre el 10% y el 50% por encima de la base máxima, el tipo oscilará entre el 1% y el 6% en el mismo período. Finalmente, para salarios que superen en un 50% la base máxima, el porcentaje se situará entre el 1,17% y el 7%. Es importante destacar que estos cambios afectarán principalmente a aquellos trabajadores con salarios más elevados, siendo el tipo más alto aplicable a ingresos cercanos a los 90.000 euros.