El último día para presentar la declaración de la renta es el viernes 30 de junio de 2023, teniendo en cuenta que el 27 de junio es el último día para presentar aquellas declaraciones que hayan salido a ingresar y que quieran domiciliar el pago. En caso contrario, será importante tener el RNC para realizar el pago de forma manual.
Los contribuyentes que no hayan presentado todavía su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) pueden hacerlo este mismo día 30 y así evitar sanciones por parte del fisco. Pero deben tener en cuenta lo siguiente:
En el caso de querer realizar su declaración de forma presencial o bien por teléfono a través del sistema ‘Le llamamos’ tendría que tener cita previa para este día. En caso contrario, la única opción viable para hacer la declaración dentro del plazo es a través de la Sede Electrónica.
Si como contribuyente no has cumplido con tu obligación fiscal, puedes presentar tu declaración fuera de plazo, aunque esto conlleva una serie de consecuencias.
¿Qué ocurre por presentar la declaración de la Renta fuera de plazo?
En el caso de presentar la declaración de la Renta 2022 fuera de plazo, Hacienda puede llegar a sancionarte aplicando un recargo. Este recargo varía según el resultado de tu declaración y si la presentación, aunque sea fuera de plazo, es voluntaria o bien tras un requerimiento de Hacienda.
Si tras consultar el borrador de la renta, el resultado es a pagar y estás fuera de plazo, lo mejor será que la presentes antes de que Hacienda te lo comunique y así evitar una sanción mayor a la que te va a corresponder por presentarla voluntariamente.
¿Qué recargo me aplica Hacienda por presentarla fuera de plazo? En estos casos, la Agencia Tributaria, aplica un recargo del 1% más un punto adicional por cada mes de retraso en presentarla con respecto al fin del plazo voluntario. De modo que cuanto más se tarde en presentarla mayor recargo habrá.
Si se presenta pasado un año, el recargo pasa a ser del 15% sobre la cantidad a devolver y se aplican intereses de demora por el periodo transcurrido desde el día siguiente al término de los 12 meses posteriores a la finalización del plazo establecido para la presentación hasta el momento en que la autoliquidación o declaración se haya presentado.
Igualmente, si la renta te salía a tu favor y la presentas voluntariamente fuera de plazo, Hacienda sanciona al contribuyente con 100 euros de multa. Estas situaciones se dan en muchas personas que pensaban que no estaban obligadas a hacer la renta y realmente tenían que presentarla. En caso de duda puedes consultar la web de la Agencia Tributaria que detalla cuando un contribuyente está obligado a presentar la declaración.
¿Y si tengo un requerimiento de Hacienda?
La cosa cambia si Hacienda notifica que no se ha presentado la declaración de la Renta y encima sale a pagar, pues la sanción es mucho mayor. En estos casos la infracción conlleva una sanción entre el 50 y el 150% del total de la deuda, dependiendo si se ha causado perjuicio económico a Hacienda o se han cometido de forma repetida otras infracciones tributarias. Aunque, se puede reducir la sanción un 30% si aceptamos la ‘multa’ y no recurrimos, es lo que se conoce como «reducción por conformidad». También se puede reducir un 25% si se paga dentro del llamado periodo voluntario que indique la notificación emitida por la Administración, es lo que se conoce como «reducción por pago».
Por último, y aunque parezca raro, aunque el resultado de la declaración de la renta salga a favor del contribuyente, Hacienda reclamará que tenías que haberla presentado. La sanción es de 200 euros, por lo que si Hacienda tenía que pagarte menos de esa cantidad, al final terminaras pagando.