Casi medio millón de personas en España reciben una pensión no contributiva del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Estas pueden ser de dos tipos de jubilación o bien de invalidez.
Estas prestaciones están prestaciones, están dirigidas aquellos ciudadanos que no han cotizado lo suficiente para solicitar una pensión contributiva de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). La principal diferencia es que la cuantía no se calcula como la contributiva, es decir, no se tienen en cuenta ni los años cotizados en el caso de tenerlos ni tampoco las bases de cotización.
Eso no quiere decir que su cuantía sea la misma para todos los beneficiarios, pues va a depender de dos requisitos clave, los ingresos personales del beneficiario y de la unidad económica de convivencia. El objetivo de esta pensión es garantizar unos ingresos mínimos a estas personas, además de proporcionarles asistencia médica y farmacéutica gratuita.
Motivos por los que puedes perder la pensión no contributiva
Aunque esta pensión se cobra de forma indefinida, puede ser suspendida o incluso pueden bajar la cuantía hasta un mínimo de 129 euros al mes tras las últimas actualizaciones para 2024. De la misma forma también puede subir.
Tanto para mantener la pensión no contributiva como para que esta suba o baje su cuantía, los beneficiarios deben realizar un trámite durante el primer trimestre del año, presentar una declaración de rentas anual.
“El artículo 372 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, que aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, y el artículo 16.2 del Real Decreto 357/1991, de 15 de marzo, establecen que las personas beneficiarias de pensión en su modalidad no contributiva están obligados a presentar en el primer trimestre del año una declaración de los ingresos o rentas computables de la respectiva unidad económica de convivencia, referidos al año inmediatamente anterior, así como las posibles variaciones y previsiones relativas al año en curso.”
Gracias a este documento, el Imserso conocerá si los ingresos no superan el límite para ser beneficiario de esta prestación, en 2024 el límite para un solo beneficiario es de 7.250,60 € anuales.
No presentar este documento supone la suspensión de la pensión, aunque si se presenta fuera de plazo se puede solicitar que se abona con carácter retroactivo la pensión hasta un máximo de 90 días.
Motivos para que la pensión baje hasta los 129 euros
Las pensiones no contributivas tienen una cuantía que se sitúan entre los 517,90 euros y los 129,48 euros para este año 2024, tras la actualización de las pensiones aprobadas por el Gobierno.
La cuantía anual de la pensión no contributiva es de 7.250,60 € anuales, pero en el caso de que un beneficiario disponga de ingresos propios superiores al 35% de esta cantidad (2.537,71 €), su cuantía se vera reducida en un importe igual a la cantidad de estos ingresos personales, en cómputo anual que excedan el porcentaje indicado.
Si la suma de las rentas o ingresos anuales de la unidad económica más la pensión no contributiva, reducida, en su caso, por las rentas o ingresos personales del beneficiario, supera el límite de acumulación de recursos aplicable, la pensión se reducirá para no sobrepasar el mencionado límite hasta un mínimo del 25% de la cuantía de la pensión, es decir hasta un mínimo de 129,48 euros al mes.
En el caso de haber más de un beneficiario dentro de la misma unidad de convivencia
La pensión se verá reducida en el caso de que dentro de una misma unidad de convivencia haya más de un beneficiario. En este caso, la cuantía se calculará conforme a la fórmula establecida en la Ley General de la Seguridad Social. A la cuantía anual de la pensión no contributiva se le sumará el 70% de esa misma cuantía, tantas veces como número de beneficiarios menos uno existan en la unidad de convivencia. El resultado se dividirá entre el número de beneficiarios con derecho a pensión.
En el caso de que haya dos beneficiarios, la pensión anual a recibir para cada uno de ellos se reduce hasta los 6.163,01 euros (440,22 euros al mes), en el caso de que haya 3, baja hasta los 5.800,48 euros (414,32 euros).
Además, en el caso de que los beneficiarios tengan rentas o ingresos propios superiores al 35% del importe anual fijado para la pensión no contributiva, el importe se reducirá igual a la cantidad en que los ingresos personales en el cómputo anual, excedan del porcentaje indicado.