Las visitas sorpresa por parte de la Inspección de Hacienda están a la orden del día y miles de empresas, y sobre todo autónomos, las sufren cada día. Una táctica utilizada por el Ministerio de Hacienda para detectar irregularidades fiscales.
El procedimiento de inspección está regulado en el capítulo IV de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, Ley General Tributaria, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha establecido nuevas limitaciones a estas prácticas por parte de Hacienda, con el objetivo de reforzar la protección de los contribuyentes.
No es la primera vez que el Alto Tribunal frena a Hacienda en su modo de proceder y limita su autoridad. Ya anteriormente, el Supremo limitó cuando Hacienda puede investigar el correo electrónico de las empresas y autónomos.
Requisitos limitados por el Tribunal Supremo
El fallo del 18 de julio en su sentencia establece nuevos límites que tendrán los inspectores de Hacienda en sus visitas a los negocios. A partir de ahora no basta con una simple autorización judicial para realizar inspecciones sorpresa. Será necesario que haya indicios sólidos de irregularidades y una notificación previa del procedimiento de inspección.
Procedimiento inspector abierto y notificado
Una de las nuevas condiciones es que la solicitud de entrada debe realizarse durante un procedimiento de inspección ya notificado al interesado. Así, se asegura que la inspección no sea completamente inesperada y permite al contribuyente prepararse adecuadamente, es decir, tener toda la información fiscal a mano para dicha inspección.
Prohibición de Interrogatorios durante la Inspección
El Tribunal Supremo también ha restringido a los inspectores de Hacienda en cuanto a la realización de interrogatorios durante las visitas. Según la sentencia, estos interrogatorios pueden violar el derecho a la defensa del contribuyente, garantizado por el artículo 24 de la Constitución Española, que dice lo siguiente:
En otras palabras, para el Supremo estos interrogatorios se realizan en una atmósfera intimidadora para así poder obtener la información buscada, debilitando la posibilidad de defensa de empresarios y autónomos.