Hay muchos casos de despidos en supermercados por intentar llevarse mercancía sin pasar por caja, pero ¿y si en lugar de llevártelo sin pagar, pagaras menos? Pues el resultado sería el mismo, así lo ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha confirmado el despido de una empleada de Alcampo por manipular el precio de un salmón fresco para poder llevárselo por solo 28 céntimos en lugar de los 11,99 euros que corresponde.
La trabajadora cambió el peso y el precio en la balanza de la pescadería. Cuando llega a la caja, el cajero nota la irregularidad y llama a los supervisores. Estos le piden a la empleada que vuelva a pesar el salmón, y efectivamente se confirma que el valor es mucho mayor. Aunque ella dice que fue un error, la empresa interpreta la acción como un intento deliberado de fraude.
Es por ello que recibió la carta de despido disciplinario por una falta muy grave, apoyándose en diversas disposiciones del Convenio Colectivo del Sector de Comercio de Alimentación de Madrid y el Estatuto de los Trabajadores.
Impugnó su despido por ser una medida desproporcionada
La trabajadora impugnó su despido al considerar que el despido es una medida desproporcionada, ya que alegaba que había sido un error y que no se percató que se marcó un peso inferior. Sin embargo, tal y como alegaba la empresa, de ser cierto, a la hora de abonar el precio, debió percatarse de que iba a pagar un precio irrisorio, pues es una profesional de pescadería. De modo que fue una manipulación intencionada.
Así lo entendió tanto el Juzgado de lo Social número 4 de Madrid y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en su sentencia 644/2024, que confirmó la procedencia del despido al considerar que la acción es una violación de las normas de ética profesional.
Básicamente, el tribunal respalda a Alcampo porque una acción así podría interpretarse como un abuso de confianza en el entorno laboral, donde se espera que los empleados sigan ciertas reglas éticas.