Mientras en Europa la tasa de desempleo baja logrando su mínimo histórico, con un 6,2% de la población en paro, en España es todo lo contrario.
Los países de la Unión Europea han conseguido rebajar su tasa de paro a mínimos de históricos, una hazaña de la que España no ha sido partícipe.
Es más, en España sigue subiendo y se mantiene como el país con la tasa de desempleo más alta de la Unión Europea, con un 13,5%.
Este mismo récord se extiende a la eurozona, que también redujo una décima su tasa de desempleo hasta el 6,8 %, con lo que marca el grado más bajo al menos desde los últimos 24 años. Unos datos que se han logrado a pesar de las dificultades económicas a consecuencia de la pandemia. De hecho, la tasa de paro de la eurozona está por debajo del nivel previo al covid, a que en febrero de 2020 la tasa de desempleo se situaba en el 7,4%.
España, el país con más desempleados de Europa
A esta bajada del paro en Europa no ha contribuido España, que se mantiene como el país de Europa con más desempleo, a pesar de que ha conseguido bajarlo con respecto a la tasa del año pasado, se situaba en un 15,4% por estas fechas. Sin embargo, las cifras de paro han empeorado en los últimos meses, mientras que en el resto de países mejoran.
Desempleo Juvenil, el principal problema
Uno de los principales problemas que arrastra España en cuanto a empleo en el número de jóvenes en paro. Situándose en el 29,6%, superando a países como Grecia (27,2%) e Italia (24,5%).
Es más, en el caso de los menores de 24 años, la cosa aumenta situándose en el 40%. La principal «excusa» que se podría achacar a este problema es la falta de formación, pero la realidad es muy diferente.
Realmente no es por falta de formación, sino más bien falta de oportunidades, como denuncian muchos jóvenes que busca empleo y se encuentran con ofertas que requieren años de experiencia.
Todo lo contrario que sucede en Alemania, que parece tener controlado mucho mejor que el resto de países el desempleo juvenil, situándose en apenas un 7%. Un éxito que debe en gran parte a su sistema de formación dual, un sistema que España ha «copiado» para revertir la situación actual.