El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado el despido de un trabajador que con cierta picaresca e intentando evitar su despido durante el periodo de prueba, simuló ser víctima de acoso laboral.
La empresa pudo demostrar que el trabajador había intentado blindarse ante el despido, fingiendo que había sufrido acoso laboral, por lo que se libró de las posibles consecuencias en caso de no haberlo podido demostrarlo. Si no lo hubiera podido demostrar, estaríamos hablando de un posible despido nulo, lo que significa que tras este despido disciplinario hubiera tenido que reincorporar al trabajador, pagarle los salarios de tramitación e incluso una indemnización adicional por daños morales.
A continuación explicamos como pudo determinar y demostrar la empresa ante la justicia que se trataba de una estrategia fraudulenta por parte del trabajador para evitar su despido.
Utilizó el canal interno de denuncias simulando que había sufrido acoso laboral para blindarse ante su posible despido
Este trabajador fue contratado en noviembre de 2022 por una empresa de servicios financieros con un salario diario de 50 euros brutos y un período de prueba estipulado en su contrato de 6 meses.
Durante este tiempo, el rendimiento del empleado fue evaluado como insuficiente, afectando negativamente a la productividad de la compañía. El trabajador, cuando se acercaba la fecha del fin del periodo de prueba y ante sospecha de que podían despedirlo por no superarlo, lo que significaría no tener derecho a indemnización, busco la forma de evitarlo.
¿Cómo? Pues activando el protocolo interno de denuncias de acoso contra su superior jerárquico. Sin embargo, tras la investigación interna de la empresa, se llegó a la conclusión de que no había evidencia de comportamiento inapropiado por parte de su superior. En cambio, surgieron indicios de que la denuncia tenía como objetivo evitar un posible despido por bajo rendimiento. Estos indicios fueron confirmados por el testimonio de compañeros y otras pruebas documentales, como conversación de WhatsApp, que evidenciaron que la intención de su denuncia no era otra que evitar su despido o bien sacar una buena indemnización.
El despido es disciplinario
Con el bajo rendimiento y aun estando en periodo de prueba, la empresa podría haberle despedido por no superar el periodo de prueba sin tener que justificarlo. Pero dada la situación y ante una denuncia de acoso por parte del trabajador, la empresa le realizó un despido disciplinario basándose en los siguientes incumplimientos graves:
- Uso indebido del canal de denuncias para fines personales.
- Vulneración de la buena fe contractual.
- Transgresión de la confianza depositada por la empresa.
La Justicia confirma su despido
El trabajador, no conforme con su despido disciplinario, decidió acudir a la justicia demandando a la empresa por despido nulo. Sin embargo, el Juzgado de lo Social número 47 de Madrid, desestimo sus pretensiones y declaró el despido como procedente.
Fue entonces cuando decidió elevar su caso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pero tal y como puede leerse en la sentencia 713/2024, tuvo el mismo resultado, confirmando que los hechos por parte del trabajador justifican el despido disciplinario por la transgresión dela buena fe contractual y el abuso de confianza, al intentar blindarse frente a un despido utilizando fraudulentamente el canal de denuncias por acoso laboral.