Desde la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha experimentado un fuerte crecimiento.
Fue en 2019 cuando el PSOE aprobó la subida del salario incrementándolo casi un 50%, pasando de los 735,9 euros a los 900 euros mensuales en 14 pagas.
Ya en 2020, solo subió 50 euros, situándose en los 950 euros mensuales en 14 pagas. La intención del Gobierno era que en 2021 volviera a subir y llegará a los 1.000 euros. Sin embargo la pandemia del coronavirus obligo a congelar esta subida. Una decisión que provocó cruces de ideas dentro del Gobierno de coalición.
Ahora con los buenos datos de empleo durante el verano, el Gobierno ha decidido subir el SMI en 2021 hasta los 969 euros. A pesar de no contar con el apoyo de los empresarios.
Subir el SMI destruirá puestos de trabajo.
Los empresarios mostraron su rechazo a esta subida, que solo será de 15 euros. Advierten que la economía aún no se ha recuperado y que habrá que ver como evoluciona el empleo en estos meses.
A pesar de no contar con el apoyo de la patronal, Gobierno y sindicatos pactaron subir el SMI de forma inmediata. Pero además también han pactado que en 2022 el salario mínimo ascienda hasta los 1.000 euros mensuales. Así como para 2023, este debe situarse en los 1.049 euros.
Según un estudio de Randstad Research en colaboración con Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, esta subida tendría un impacto negativo sobre el empleo.
El documento informa que se perderán entre 60.000 y 130.000 puestos de trabajo desde que entre en vigor la subida.
Este incremento del 2% hasta los 969 euros en 14 pagas en 2021, afectará especialmente a los sectores más afectados por la pandemia. La hostelería y el comercio, además también afectará negativamente a los jóvenes y trabajadores con menor cualificación.
Cepyme hace hincapié en que la situación económica española es muy complicada. La economía parece dar signos de recuperación, pero de forma muy lenta, y añadir en este momento un gasto empresarial puede suponer un duro golpe para las empresas. En especial a las pymes.
Es más, todavía no se han recuperado los niveles de empleo pre crisis y el paro registrado se mantiene elevado.
Por tanto, piden que se tengan en cuenta factores como la evolución de la situación económica y del empleo, la productividad y la evolución del IPC.
