La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha anunciado una nueva medida que tomará su Gobierno. Pretende eliminar las ayudas públicas y subsidios a los inmigrantes que no trabajen o no coticen en el sistema público danés.
La ministra ha sido clara: «Tienen el deber de hacer una contribución y ser útiles«. Además ha añadido que durante muchos años Dinamarca ha hecho un flaco favor a muchas personas al no pedirles nada a cambio.
Una de las medidas más duras contra la inmigración.
Esta medida forma parte de un paquete de reformas que Frederiksen ha presentado este martes. Dinamarca pretende así aumentar la integración de los inmigrantes, pero sobre todo para equilibrar el sistema social. Probablemente porque comienza a pesar demasiado el gasto en las ayudas a los inmigrantes y refugiados.
Además la ministra ha explicado la importancia de esta reforma: «Queremos introducir una nueva lógica de trabajo en la que las personas tienen el deber de hacer una contribución y ser útiles y si no pueden encontrar un trabajo regular, tendrán que prestar algún otro tipo de servicio para obtener sus subvenciones», ha añadido.
Con la puesta en marcha de esta medida, el Gobierno danes espera integrar a 20.000 personas. Quienes no encuentren trabajo deberán realizar tareas en los Ayuntamientos.
El ministro de Trabajo, Peter Hummelgard, defiende la medida, ya que consideran que motivará a las personas a salir de sus casas a buscar trabajo.
«Por ejemplo, las tareas pueden ser en la playa recolectando colillas de cigarrillos o plásticos«. Lo importante es que aporten a la sociedad, ha dicho el ministro de Trabajo Peter Hummelgaard.
Más medidas contra la inmigración.
Ya el pasado mes de junio, Dinamarca puso en marcha la Ley de Asilo. Una ley que permitirá deportar a los solicitantes de asilo a centros ubicados en países fuera de la Unión Europea durante el tiempo que lleve la tramitación de su solicitud. De esta forma solo pisarán territorio danés si es con el estatus de refugiado ya concedido.